
Su mirada se ha cansado de tanto observar
esos barrotes ante sí, en desfile incesante,
que nada más podría entrar ya en ella.
Le parece que sólo hay miles de barrotes
y que detrás de ellos ningún mundo existe.
Mientras avanza dibujando una y otra vez
con sus pisadas círculos estrechos,
el movimiento de sus patas hábiles y suaves
va mostrando una rotunda danza,
en torno a un centro en el que sigue alerta
una imponente voluntad.
Sólo a veces, permite en silencio, la apertura
de los cortinajes que ocultaban sus pupilas;
y cruza una imagen hacia adentro,
se desliza a través de los tensos músculos
cae en su corazón, se desvanece y muere.
Rainer María Rilke
Los animales nacen libres, pero por esas extrañas paradojas de la vida, los hombres los encierran para su propio regocijo y placer egoísta. La belleza salvaje es castigada con una prisión eterna. Quizás deberíamos entender que -en la naturaleza- donde uno nace es donde uno debe morir y si un animal nace en un determinado lugar, lo lógico es que muera allí también y no confinado entre barrotes. Pero así es lo humano: encierra aquello que admira. No hay nada más triste que un zoológico. ¡ libertad para aquellos inocentes cuyo único crimen es haber nacido libres !
Una versión de este maravilloso poema aparece en el film “Despertares” con R. De Niro y R. Williams
No hay comentarios:
Publicar un comentario