domingo, 31 de enero de 2010

De el que dirán o de la increíble comedia de la vida

Había una vez un matrimonio con un hijo de doce años y un burro.
Decidieron viajar, trabajar y conocer el mundo.

Así, se fueron los tres con su burro.
Al pasar por el primer pueblo, la gente comentaba:
- Miren ese chico mal educado... él arriba del burro y sus pobres padres -ya grandes- llevándolo de las riendas.

Entonces, la mujer le dijo a su esposo:
- No permitamos que la gente hable mal del niño. El esposo lo bajó y se subió él.

Al llegar al segundo pueblo, la gente murmuraba:
- Mira qué sinvergüenza ese tipo... deja que la criatura y la pobre mujer tiren del burro, mientras él va muy cómodo encima.

Entonces, tomaron la decisión de subirla a ella al burro mientras padre e hijo tiraban de las riendas.

Al pasar por el tercer pueblo, la gente comentaba:
- ¡ Pobre hombre ! Después de trabajar todo el día, debe llevar a la mujer sobre el burro y pobre hijo ¡ qué le espera con esa madre !

Se pusieron de acuerdo y decidieron subir al burro los tres para comenzar nuevamente su peregrinaje.

Al llegar al pueblo siguiente, escucharon que los pobladores decían:
- ¡ Son unas bestias, más bestias que el burro que los lleva, van a partirle la columna..!

Por último, decidieron bajarse los tres y caminar junto al burro.
Pero al pasar por el pueblo siguiente no podían creer lo que las voces decían sonrientes: - ¡ Miren a esos tres idiotas: caminan, cuando tienen un burro que podría llevarlos !

Conclusión:

Siempre te criticarán, hablarán mal de ti y será difícil que encuentres alguien a quien le conformen completamente tus actitudes.

Entonces: ¡ vive como piensas ! haz lo que te dicte el corazón… y lo que creas justo y verdadero ! Por eso: canta, ríe, baila, ama... ¡ Y vive intensamente cada momento de tu vida..! Sin lastimar a nadie, sé sincero siempre: es preferible la verdad aunque duela, que luego veas lo que perdiste por no decirla.

Vive tu vida intensamente antes de que baje el telón... y la obra termine sin aplausos. ¡ Mereces una gran vida ! Pero dependerá de ti que así sea.

domingo, 24 de enero de 2010

Principio del Vacío

Tienes el hábito de juntar objetos inútiles en este momento, creyendo que un día (no sabes cuando) podrás precisar de ellos.

Tienes el hábito de juntar dinero sólo para no gastarlo, pues piensas: en el futuro podrá hacer falta.

Tienes el hábito de guardar ropa, zapatos, muebles, utensilios domésticos y otras cosas del hogar que ya no usas hace bastante tiempo. ...

¿ Y dentro tuyo..? ¿ Tienes el hábito de guardar broncas, resentimientos, tristezas o miedos ?

No hagas eso. Es anti-prosperidad.

Es preciso crear un espacio, un vacío, para que las cosas nuevas lleguen a tu vida.

Es preciso eliminar lo que es inútil en ti y en tu vida, para que la prosperidad venga.

Es la fuerza de ese vacío que absorberá y atraerá todo lo que tú deseas.

Mientras estés material o emocionalmente cargando cosas viejas e inútiles, no habrá espacio abierto para nuevas oportunidades.

Los bienes precisan circular.

Limpia los cajones, los armarios, el cuarto del fondo, el garage.

Da lo que no usas más.

La actitud de guardar un montón de cosas inútiles amarra tu vida.

No son los objetos guardados que estancan tu vida, sino el significado de la actitud de guardar. Cuando se guarda, se considera la posibilidad de falta, de carencia.

Es creer que mañana podrá faltar y tú no tendrás medios de proveer sus necesidades.

Con esa postura, estás enviando dos mensajes para tu cerebro y para tu vida:

1º... tú no confías en el mañana

2º... tú crees que lo nuevo y lo mejor NO son para ti, ya que te alegras con guardar cosas viejas e inútiles.

Deshazte de lo que perdió el color y el brillo y deja entrar lo nuevo en tu casa... y dentro de ti mismo...


Amigo querido, después de leer esto, no lo guardes... dáselo a otros.

domingo, 17 de enero de 2010

En paz

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡ mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno !

Hallé sin duda largas noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡ Vida, nada me debes ! ¡ Vida, estamos en paz !

Amado Nervo

domingo, 10 de enero de 2010

Vincent


Una tarde se reunió en un café de París un selecto grupo de críticos de arte para hablar de pintura y para decidir a quien consagrarían y a quien condenarían al olvido eterno.
Uno de ellos, el mas joven, trajo a cuento el caso de un pintor que estaba dando que hablar por su vida desordenada y su estilo extravagante: "Es un mediocre" dijo torciendo la boca y agregó: "sólo un mediocre puede pintar mas de diez cuadros por semana".
Debemos impedir que ese fantoche del arte asome su despeinada cabeza por la medianera de la fama", dijo otro mientras otro de los críticos agregaba "No es necesario atacarlo, es inofensivo, bastará que lo ignoremos, nadie hablará de él"
Y dieron por terminado el asunto para pasar a temas de verdadero interés.

El pintor del que habían hablado aquella tarde se llamaba Vincent Van Gogh, un artista que llegó a pintar más de 800 cuadros y sólo pudo vender, en sus 37 años de vida, una obra por unas cuantas monedas de poco valor.

Seguramente habrán llegado a los oídos de Van Gogh estas críticas en algún momento. Y si bien no sabemos que pensó, sí sabemos lo que hizo: continuar con su obra. También podríamos decir que a partir “del éxito obtenido” en su trabajo podría haber encontrado una considerable cantidad de razones para dejar de pintar. Sin embargo ¿qué fue lo que hizo? Continuó con lo que para él tenía sentido: su pintura.

Evidentemente él le encontraba valor a lo que estaba haciendo y se sentía remunerado de alguna otra forma que no era el dinero, ni el prestigio (de los que -vemos claramente- carecía). Esa gratificación, esa ganancia es la que ha sostenido a los grandes hombres y mujeres de la historia en los momentos más difíciles de sus vidas.



Ni la indiferencia del mundo, ni la pobreza, ni la enfermedad, ni la crítica, pueden hacerle perder la fe a un hombre que ha decidido cumplir sus sueños.

Lo que has hecho hoy es muy importante, porque has dado un día de tu vida a cambio de ello. Lair Ribeiro.

Noche Estrellada es el cuadro que ilustra esta nota.

viernes, 1 de enero de 2010

Felice anno nuovo e buona fortuna !

Hay hombres que luchan un día
y son buenos.

Hay otros que luchan un año
y son mejores.

Hay quienes luchan muchos años
y son muy buenos.

Pero hay los que luchan toda la Vida
esos son los imprescindibles.

Bertolt Brecht

Que en este 2010 podamos llegar a convertirnos en esos imprescindibles..!
No se trata de vivir o ver la historia: se trata de cambiarla !