domingo, 30 de mayo de 2010

Mandamientos Gánicos

Habitantes del planeta, yo Federico Manuel Peralta Ramos, me dirijo a ustedes para comunicarles los mandamientos de una nueva religión que he inventado

1) Ser gánico (*)
2) Hay que irse a los bofes
3) A Dios hay que dejarlo tranquilo
4) Perder tiempo
5) No perder tiempo
6) Regalar dinero
7) No distraerse
8) Ampliar la esencia hasta llegar al halo
9) Vivir poéticamente
10) Hacer programas aburridísimos
11) Tratar de divertirse todo el tiempo
12) Creer en el gran despelote universal, tomar como punto de referencia eso
13) No endiosar nada
14) Superar lo controlable
15) Superar el plano físico
16) Jugar con todo
17) Darse cuenta
18) Creer en un mundo invisible, más allá del plano físico, más allá de los lejos y de los cercas
19) Hay que andar liviano en este mundo, o no
20) Provocar movimiento
21) Despreciar todo
22) No mandar
23) Flotar

Si no tienen ganas no cumplan con ninguno.

(*) Ser gánico significa hacer siempre lo que uno tiene ganas.

Clavar esto con una chinche en la pared.

domingo, 23 de mayo de 2010

El Código Ético

Cada mañana, al despertar, y cada noche, antes de dormir, dar gracias por la vida que fluye dentro de ti, por todas las manifestaciones de la vida, por todo lo bueno que el Creador te ha dado y les ha dado a los demás, y por la oportunidad de crecer cada día un poco más. Debes dar gracias por los pensamientos y las acciones del día anterior y por la decisión de perfeccionarte y la fuerza que te lleva a esforzarte por conseguirlo. Debes pedir que sucedan cosas que beneficien a todos.

Respetar significa sentir admiración o tenerle estimación a alguien o a algo; tomar en cuenta su bienestar o tratarlo con deferencia y cortesía. Mostrar respeto es una ley fundamental de la vida.
Tratar siempre con respeto a todos, desde el niño más pequeño a la persona más anciana.
Tratar con un respeto especial a los mayores, a nuestros padres, a los maestros y a los dirigentes de la comunidad.
No rebajar a nadie; evitar herir a otros corazones así como evitarías un veneno mortífero.

No tocar nada que pertenezca a otra persona (especialmente los objetos sagrados), sin contar con su autorización o con un acuerdo entre ambas.

No interrumpir jamás a otras personas cuando están hablando.

Respetar la intimidad de todos. No interrumpir a nadie cuando esté en el silencio o cuando se haya aislado en su espacio personal.

No hablar nunca mal de nadie, ya sea delante de la persona o cuando no esté presente.

Tratar a la Tierra, en todos sus aspectos, como a tu madre. Mostrar un profundo respeto por el mundo mineral, el mundo vegetal y el mundo animal. No hacer nada que contamine al aire o al suelo. Si otros pretenden destruir a nuestra madre, erguirse con sabiduría para defenderla.

Mostrar un profundo respeto por las creencias y las religiones de los demás.

Escuchar con cortesía a los demás, incluso si sientes que lo que dicen no tiene valor.

Respetar la sabiduría del pueblo en sus consejos o reuniones. Una vez que hayas aportado una idea en un consejo o una reunión, ella ya no te pertenece; pertenece al pueblo. El respeto exige que escuches con cuidado las ideas de los otros miembros del consejo y que no insistas en que tu idea es la mejor. Debes apoyar con mucha libertad las ideas de los demás si son verdaderas y buenas, inclusive si son muy diferentes a las que tú has aportado. El choque entre las ideas enciende el chispazo de la verdad. Una vez que el consejo haya decidido algo de común acuerdo, el respeto exige que nadie hable en secreto en contra de lo decidido. Si el consejo ha cometido un error, ese error quedará claro ante todos con el paso del tiempo.

Actuar con honestidad en todo momento y en toda circunstancia.

Tener presente que lo que daña a uno daña a todos; el reconocimiento recibido por uno es de todos.

Recibir a los desconocidos y forasteros con una actitud afectuosa, como miembros de la familia humana.

Estar consciente de que todas las razas y tribus del mundo son como flores de distintos colores que florecen en la misma pradera. Todas son hermosas. Por ser hijos del Creador, todas merecen respeto.

Servir a los demás o ser útil a la familia, la comunidad, la nación o el mundo. Éste es uno de los propósitos principales por los cuales han sido creados los seres humanos. No te preocupes de tus propios asuntos ni olvides tu tarea más importante. Quienes consagran su vida al servicio de los demás son los únicos que conocen la verdadera felicidad.

Actuar con moderación y respetar el equilibrio en todas las cosas.

Saber qué contribuye a tu bienestar y qué te conduce a la destrucción.

Prestar atención a los consejos que te dan y seguirlos desde el corazón. Estar abierto a recibir consejos que te lleguen de muchas maneras: en la oración, en los sueños, cuando estás solo y en silencio, y a través de las palabras y actos de los mayores y de los amigos sabios.


Del Gran Consejo de Ancianos Indígenas de América del Norte

Textos del libro El Árbol Sagrado, ed. Sello Azul.

domingo, 16 de mayo de 2010

Estados de ánimo

Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas

Unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano

A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas

Pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones

Una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces

Sereno en mi confianza
confiado en que una tarde
te acerques y te mires
te mires al mirarme

Mario Benedetti

lunes, 10 de mayo de 2010

Buenos Aires

Y la ciudad, ahora, es como un plano
De mis humillaciones y fracasos;
Desde esa puerta he visto los ocasos
Y ante ese mármol he aguardado en vano.
Aquí el incierto ayer y el hoy distinto
Me han deparado los comunes casos
De toda suerte humana; aquí mis pasos
Urden su incalculable laberinto.
Aquí la tarde cenicienta espera
El fruto que le debe la mañana;
Aquí mi sombra en la no menos vana
Sombra final se perderá, ligera.
No nos une el amor sino el espanto;
Será por eso que la quiero tanto.

JORGE LUIS BORGES

domingo, 2 de mayo de 2010

Primero, las piedras grandes

Cierto día, un experto estaba dando una conferencia a un grupo de profesionales. Para dejar en claro un punto utilizó un ejemplo que los profesionales jamás olvidarán.

Parado frente al auditorio de gente muy exitosa dijo:
- Quisiera hacerles un pequeño exámen . . .

Debajo de la mesa sacó un jarro de vidrio, de boca ancha y lo puso sobre la mesa frente a él. Luego sacó una docena de rocas del tamaño de un puño y empezó a colocarlas una por una en el jarro. Cuando el jarro estaba lleno hasta el tope y no podía colocar más piedras preguntó al auditorio:
- ¿Está lleno este jarro?
Todos los asistentes dijeron que sí. Entonces dijo:
- ¿Están seguros? Y sacó de debajo de la mesa un balde con piedras pequeñas de canto rodado.

Echó un poco de las piedras en el jarro y lo movió haciendo que las piedras pequeñas se acomoden en el espacio vacío entre las grandes. Cuando hubo hecho esto preguntó una vez más:
- ¿Está lleno este jarro?

Esta vez el auditorio ya suponía lo que vendría y uno de los asistentes dijo en voz alta:
- Probablemente no.
- Muy bien !!! -contestó el expositor. Sacó de debajo de la mesa un balde lleno de arena y empezó a echarlo en el jarro. La arena se acomodó en el espacio entre las piedras grandes y las pequeñas. Una vez más preguntó al grupo:
- ¿Está lleno este jarro?
Esta vez varias personas respondieron a coro: No !! Una vez más el expositor dijo:
- Muy bien ! Luego sacó una jarra llena de agua y echó agua al jarro hasta que estuvo lleno hasta el borde mismo. Cuando terminó, miró al auditorio y preguntó:
- ¿Cuál creen que es la enseñanza de esta pequeña demostración?

Uno de los espectadores dijo:
- La enseñanza es que no importa que tan lleno esté tu horario, si de verdad lo intentas, siempre podrás incluir mas cosas.
- No ! -replicó el expositor- esa no es la enseñanza !!!!!!
La verdad es que esta demostración nos enseña lo siguiente:

"Si no pones las piedras grandes primero, no podrás ponerlas en ningún otro momento"

¿Cuáles son las piedras grandes en tu vida? .....

- Un proyecto que deseas hacer funcionar ...
- Tiempo con tu familia.
- Tus convicciones, tu educación o tus finanzas.
- Alguna causa que desees apoyar.
- Enseñar lo que sabes a otros.
- Tu propio crecimiento personal.
- Un ideal que quieres alcanzar.

Recuerda poner estas piedras grandes primero o luego no encontrarás un lugar para ellas.
Así que hoy en la noche o mañana al despertar, cuando te acuerdes de esta pequeña anécdota, pregúntate a ti mismo cuales son las piedras grandes en tu vida y corre a ponerlas en primer lugar en tu jarro.