domingo, 28 de marzo de 2010

Inferno, I, 32

Desde el crepúsculo del día hasta el crepúsculo de la noche, un leopardo, en los años finales del siglo XII, veía unas tablas de madera, unos barrotes verticales de hierro, hombres y mujeres cambiantes, un paredón y tal vez una canaleta de piedra con hojas secas. No sabía, no podía saber, que anhelaba amor y crueldad y el caliente placer de despedazar y el viento con olor a venado, pero algo en él se ahogaba y se rebelaba y Dios le habló en un sueño: "Vives y morirás en esta prisión, para que un hombre que yo sé te mire un número determinado de veces y no te olvide y ponga tu figura y tu símbolo en un poema, que tiene su preciso lugar en la trama del universo. Padeces cautiverio, pero habrás dado una palabra al poema". Dios, en el sueño, iluminó la rudeza del animal y éste comprendió las razones y aceptó ese destino, pero sólo hubo en él, cuando despertó, una oscura resignación, una valerosa ignorancia, porque la máquina del mundo es harto compleja para la simplicidad de una fiera.
Años después, Dante se moría en Ravena tan injustificado y tan solo como cualquier otro hombre. En un sueño, Dios le declaró el secreto propósito de su vida y de su labor; Dante, maravillado, supo al fin quién era y qué era y bendijo sus amarguras. La tradición refiere que al despertar, sintió que había recibido y perdido una cosa infinita, algo que no podría recuperar, ni vislumbrar siguiera, porque la máquina del mundo es harto compleja para la simplicidad de los hombres.

J. L. BORGES - El hacedor - 1960.

pd: el destino ¿ me pre-existe o es una construcción de mis acciones y de mi corazón ? ¿ seré una marioneta de Dios o como todo ser humano, un hombre libre ? Y si pruebas a darme una señal...

domingo, 21 de marzo de 2010

La rosa y el sapo

Había una vez una rosa roja muy hermosa y bella. Se sentía de maravilla al saber que era la más bella del jardín. Sin embargo, se daba cuenta de que la gente la veía de lejos.
Un día se dio cuenta de que al lado de ella siempre había un sapo grande y oscuro y que era por eso que nadie se acercaba a verla de cerca. Indignada ante lo descubierto le ordeno al sapo que se fuera de inmediato; el sapo muy obediente dijo:
- Está bien, si así lo quieres.

Poco tiempo después el sapo paso por donde estaba la rosa y se sorprendió al ver la rosa totalmente marchita, sin hojas y sin pétalos. Le dijo entonces:
- Vaya que te ves muy mal. ¿Que te paso? La rosa contestó:
- Es que desde que te fuiste las hormigas me han comido día a día, y nunca pude volver a ser igual. El sapo sólo contestó:
- Pues claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso siempre eras la más bella del jardín.

Muchas veces despreciamos a los demás por creer que ellos son menos que nosotros o porque simplemente creemos que no nos aportarán nada. Todos tenemos algo especial que hacer, algo que aprender de los demás o algo que enseñar y no se debe despreciar a nadie. No vaya a ser que esa persona nos haga un bien del cual ni siquiera estemos conscientes.

Nadie esta demás en este mundo.

domingo, 14 de marzo de 2010

LOS CUATRO ACUERDOS DE LA SABIDURÍA TOLTECA

1.- No supongas.
No des nada por supuesto.
Si tienes duda, aclárala.
Si sospechas, pregunta.
Suponer te hace inventar historias increíbles que muchas solo consiguen envenenar tu alma y que no tienen fundamento.

2.- Honra tus palabras.
Lo que sale de tu boca es lo que eres tú.
Si no honras tus palabras, no te estás honrando a ti mismo; si no te honras a ti mismo, no te amas.
Honrar tus palabras es honrarte a ti mismo, es ser coherente con lo que piensas y con lo que haces.
Eres auténtico. Y te hace respetable ante los demás y ante ti mismo.

3.-Haz siempre lo mejor que puedas.
Si siempre haces lo mejor que puedas, nunca podrás recriminarte nada o arrepentirte de nada.

4.- No te tomes nada como personal.
Ni la peor ofensa.
Ni el peor desaire.
Ni la más grave herida.

Según la tradición Tolteca, poniendo en práctica estos cuatro acuerdos tu vida puede cambiar, siempre y cuando seas impecable con ello.

En la medida que alguien te quiere lastimar, en esa medida ese alguien se lastima a sí mismo. Pero el problema es de Él y no tuyo.

domingo, 7 de marzo de 2010

Sabiduría

Todo guerrero de la Luz tuvo alguna vez miedo de entrar en combate
Todo guerrero de la luz recorrió un camino que no le pertenecia.
Todo guerrero de la luz sufrió por cosas sin importancia.
Todo guerrero de la luz creyó que no era un guerrero de la luz.
Todo guerrero de la luz dijo sí cuando queria decir no.
Todo guerrero de la luz hirió a alguien a quien amaba.

Por eso es un guerrero de la luz; porque paso por todo eso y no perdió la esperanza de ser mejor de lo que era.